Ermita de Santiago en Agüero
En medio de la naturaleza agreste de la Hoya de Huesca se erige majestuosa sobre un tozal la iglesia de Santiago, es uno de los principales atractivos cuando se pasa por Agüero, tiene planta basilical, tres ábsides en la cabecera y tres naves que los prolongan. El templo data desde el siglo XII, presenta estilo románico con marcas de cantería, posee unas decoraciones y acabados fabulosos que no tienen punto de comparación a pesar de ser una obra inconclusa.
Los detalles arquitectónicos que hacen inconfundible a la iglesia de Santiago de Agüero
Uno de los detalles más exquisitos de la iglesia de Santiago son los tres altos y voluminosos ábsides, destacándose el del centro. Están cubiertos por cuarto de esfera, el central está reforzado por dos nervios de sección rectangular y arco de embocadura que apea en columnas dobles.
El exterior de los ábsides laterales presenta un par de ventanas aspilleradas con derrama interna, y una moldura de baquetón recorriendo todo el cilindro. El ábside central tiene seis vanos alargados de doble derrama y un friso historiado atravesándolo, estos ventanales están agrupados por parejas en cada una de las tres caras del ábside que forman las columnas-contrafuertes.
La portada que ocupa toda la fachada sur también es un elemento que se destaca de la iglesia de Santiago en Agüero, es de arco de medio punto con cuatro arquivoltas abocinadas, la interiores son cilíndricas mientras que las exteriores son rectangulares. Estas arquivoltas están sustentadas en ocho magníficos capiteles figurados con bailarinas, combatientes y seres fantásticos, dichas figuras están en parejas y tienen el cuello volteado.
Las arquivoltas están centrando un tímpano historiado con la Epifanía o Adoración de los Magos, es un tema muy recurrente del Maestro, que lo repite en otros templos de las Cinco Villas. El tímpano emerge de mochetas decoradas con dragones en cuyas fauces se ve una figura humana.
La magnífica portada de la iglesia de Santiago está protegida por un tejadillo y enmarcada por unas voluminosas columnas que le dan un aire imponente. Cuenta con una segunda portada muy decorada, sus capiteles tienen motivos vegetales y figuras muy similares a los de la portada exterior. Sobre esta portada gira el primer tramo de bóveda.
Al interior también hay detalles excepcionales, a pesar de carecer de buena iluminación. Llama la atención la decoración de los ábsides, el del centro tiene una hilera de arquería ciega sobre columnas con capiteles esculpidos. Los ábsides laterales están decorados con frisos corridos, el del lado sur se destaca por sus escenas de la infancia de Cristo y el del norte por los motivos florales. Otros detalles muy especiales son la decoración vegetal y animalística de los capiteles de las columnas de los pilares y los que están ubicados en la embocadura del ábside central.
Este sugerente monumento de la provincia de Huesca fue restaurado a finales del siglo XX y a comienzos del siglo XXI fue declarado monumento nacional.