Ermita de San Saturnino en Biescas del Valle de Bardají

Huesca

La ermita de Biescas de Bardají, en la comarca de la Ribagorza, dedicada a San Saturnino del siglo XI, está a las afueras del pueblo, cerca a la casa Nadal. Fue restaurada hace unos años, pero aún conserva detalles románicos lombardos, en su interior hay una hermosa pila bautismal con decoración gallonada.

La ermita de Biescas es sin duda el punto focal que de esta población, que ya solo cuenta con dos casa habitadas de forma permanente, a pesar de tener algunos retoques aún conserva algo de su arquitectura popular y es lo que la hace interesante.

Su construcción presenta planta rectangular, cubierta con bóveda de cañón en piedra tosca también conocida como toba, restaurada posiblemente durante el siglo XVII. A la nave se le añadieron dos capillas laterales cubiertas con bóveda de cañón, una de ellas tiene un nicho cuadrado y la otra una pequeña ventana.

Esta ermita de Biescas al parecer tenía otra capilla en la entrada, se deduce por los restos que hay de una pilastra que debió sostener algún arco fajón. La nave remata en un ábside semicircular adornado por arquillos ciegos y las lesenas, que son detalles del arte románico lombardo. En la mitad de él hay una ventana de doble derrama.

Hacia el muro sur de la ermita de Biescas, se encuentra levantada la espadaña de doble ojo de una sola campana, sobre este mismo muro se abre la portada de medio punto que da acceso al templo, no corresponde a la original ya que esta tuvo que sustituirse en el siglo XVII. A su lado están adosados los muros de los nichos del cementerio.

El aspecto exterior de la ermita de Biescas es bastante sencillo y rudimentario, con sillares sin pulir colocados en hiladas, ventanales dovelados en algunos de sus muros, y un techo cubierto por losas. Merece la pena visitarla cuando estés por el Valle de Bardají.