La Colegiata de Santa María la Mayor, en Alquézar
La población de Alquézar se ubica entre los escarpes del río Vero en la comarca del Somontano de Barbastro. Alquézar conserva el sabor típico de los pueblos medievales donde se erigió una importante castillo fortaleza en el siglo IX conocida como la Colegiata de Alquézar.
La construcción vino de manos Jalaf ibn Rasid, un líder musulmán que erigió la construcción como la cabecera de Alquézar, que él considerada como su capital para gobernar. La construcción se hizo sobre un sitio estratégico con la finalidad de detener la avanzada de los cristianos que querían recuperar el control.
En el año de 1067 esta fortaleza fue conquistada por el Rey Sancho Ramírez y luego la dejó en manos de religiosos con la idea de convertirla en la fundación canónica de Alquézar. La construcción sufrió varias remodelaciones y pasó de ser una fortaleza a convertirse en una iglesia colegiata románica a la que más adelante se le incluyeron unos elementos de estilo gótico, de los cuales aún se conserva el atrio y los capiteles.
La edificación se levanta sobre una roca en la parte alta de la población, allí se asoma los restos de un castillo acompañado por una colegiata, un conjunto religioso militar construido sobre una fortaleza musulmana.
Al ingresar al recinto, lo primero que se va encontrar es un claustro que conserva muy bien algunos restos renacentistas y pinturas góticas. La crujía norte es uno de los poco elementos del renacimiento que aún subsiste. La planta del claustro es de forma trapezoidal y cuenta con un solo ángulo recto entre la unión de las crujías sur y sureste. Este se encuentra recorrido por un podio sobre el cual se montan unas columnas dobles. Allí se destacan los seis capiteles que relatan temas bíblicos como el Génesis: Creación de Adán, donde la Trinidad se encuentra representada por un cuerpo y tres cabezas. Allí también se observa la Tentación de Adán y Eva, y Abel decapitado por Caín. En otro capitel se encuentra la representación del Diluvio Universal con la historia de Abraham. Sobre estos capiteles que van formando una serie de arcos de medio punto también descansa una estructura que es un segundo piso en ladrillo.
Desde el claustro se accede a la iglesia a través de una portada que lleva una arco conopial sobrepuesto sobre otro, en él se ve una obra escultórica de la virgen con el niño en las piernas acompañada por dos ángeles. En el interior hay un retablo mayor dedicado a la Asunción de la Virgen. Este templo cuenta con solo una nave cubierta por bóveda de crucería, a sus pies se observa el coro y hacia los lados algunas capillas como la del rosario junto al santo evangelio. Dentro de las capillas se destaca la del santo cristo, con hermosos hermosos detalles como el que se observa en el arco de medio punto y la decoración de la cúpula que son influencia mudéjar, en ella su protagonista es una talla románica con influencia gótica de Jesús crucificado, obra aproximadamente del siglo XVIII.
En el claustro también se abren otras capillas como la de San Fabián y San Esteban que se destaca por la belleza de sus molduras con detalles gótico en el interior de su bóveda. En la capilla de San Antonio Abad se observan las esculturas de dos santas de las cuales solo se puede distinguir la imágen de Santa Eulalia debido a que la otra se encuentra en mal estado.
Las paredes del interior del claustro se encuentran adornadas por pinturas de estilo gótico, que van desde las imágenes que representan a Jesús Orando en el Huerto, la Anunciación, la Última Cena, el Nacimiento, la Adoración de los Magos, el Prendimiento, la Presentación en el Templo, Jesús ante Pilatos, la huida a Egipto, Cristo con la cruz a cuestas camino del Calvario, la Crucifixión y el Bautismo de Jesús. Por último está el dibujo con la venida del Espíritu Santo, la aparición de Cristo resucitado a la Magdalena y las tres Marías ante el sepulcro vacío junto a un ángel y Jesús en la Gloria.
Texto DescubreHuesca.com
Fotografías; DescubreHuesca.com