El Valle de Vió

Artículo en construcción

El Valle de Vió se ubica en medio de los ríos Ara y Cinca, en la comarca del Sobrarbe.  Es recorrido por el río Aso para luego desembocar en el Vellós o Bellós después de salir del cañón de Añisclo. El sector es conocido por tener lugares de gran belleza que resultan idóneos para practicar turismo de aventura. En este espectacular valle de Pirineos, se encuentran los pueblos de; Fanlo, Buerba, Vió, Nerín, Yeba, Buisán, Gallisué, y Sercué. Todas estas poblaciones situadas por encima de los 1.000 m de altitud.

Un recorrido por el Valle de Vió

Hasta mediados del XX el Valle de Vió fue una zona muy importante para el desarrollo de actividades como la ganadería ovina, esto fue cambiando drásticamente debido a la accidentalidad del terreno, la altitud de los pueblos y la dificultad del acceso, lo que provocó finalmente  un despoblamiento a gran escala en la década de los 50, pues muchos de sus moradores prefirieron emigrar hacia regiones más industrializadas.

El despoblamiento en esta región de los Pirineos ha venido cambiando gracias a la ampliación del Parque Nacional de Ordesa y a las empresas de turismo que han sabido aprovechar este maravilloso rincón en los Pirineos. Debido a esta serie de cambios los pueblos de Valle Vio se encuentran en proceso de recuperación.

Poblaciones más destacadas en el Valle

Fanlo

Fanlo es el municipio más grande del valle, en su casco urbano se encuentran varias casas «fuertes» construidas entre los siglos XVI y XVII por las familias pudientes de Valle de Vió,  dado que en esa época era necesario este tipo de construcciones por los conflictos permanentes de la frontera.

En la población de Fanlo es de gran interés hacer la visita a su iglesia románica del siglo XVI, conocida como La iglesia de los Tres Santos Reyes.  Antiguamente este recinto albergaba una importante colección de pintura mural y uno que otro mobiliario litúrgico que hoy día se encuentran alojados en el Museo Diocesano de Barbastro.

Vió

En la población de Vió la visita obligada es a la iglesia románica de San Vicente, la cual se encuentra ubicada sobre un pequeño collado desde donde se mira el macizo de Monte Perdido y el Cañón del Añisclo. En sus alrededores se hace común las excursiones hacia la ermita de San Urbez ubicada en el cañón del Añisclo.

Los demás pueblos del Valle también se destacan por la particularidad de sus construcciones, son casas tradicionales en piedra con tejados de losa con chimeneas troncocónicas y espantabrujas.

Para darle la oportunidad a los visitantes de que conozcan más acerca del valle, se les ofrecen recorridos turísticos en autobús 4×4, además de esto el valle también ofrece un gran número de rutas senderistas por los caminos tradicionales que unía a todos los pueblos sus pueblos.

Para los que disfrutan de los deportes de invierno el Valle de Vió abre sus 22 km de pistas de esquí de fondo en este estación, estas se encuentran ubicadas en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Otras actividades para disfrutar en el valle son la espeleología, barranquismo, BTT, caza y pesca entre otras.

Texto y fotografías; DescubreHuesca.com