Museo de Juegos Tradicionales en Campo
En el pueblo de Campo ubicado la provincia de Huesca, concretamente en la comarca de la Ribagorza, se puede visitar un sitio bastante particular conocido como Museo de Juegos tradicionales el cual se encuentra ubicado dentro de una construcción destinada a los quehaceres agropecuarios.
El Museo de Juegos tradicionales de Campo le rinde homenaje a los juegos de antaño desde un perspectiva etnográfica, en el se pueden encontrar principalmente los juegos practicados tradicionalmente en Huesca, incluyendo las diversas variantes que existen a lo largo del territorio español, algunos ya muy conocidos como los bolos, pesos, juegos de la llave, instrumentos musicales, y algún que otro juego traído de Francia. Todas estas eran actividades desarrolladas durante los momentos de ocio de niños, adultos, hombres y mujeres en la etapa de la mocedad, una etapa bastante complicada para ellos, teniendo en cuenta que entre los más jóvenes existía una serie de normas y prohibiciones que la sociedad les imponía para que aprendieran a comportarse. Gracias a estos tradicionales juegos, los jóvenes de ambos sexos tenían la oportunidad de interactuar y hasta de galantear.
Como la mayoría de los Museos este también cuenta con una colección de objetos, que para este caso son juguetes, pero lo que diferencia al Museo de Juegos de Campo del resto es que sus colecciones si se pueden tocar y hasta jugar con ellas, quienes no sepan cómo funcionan los juguetes pueden remitirse a una guía que les enseñará la dinámica del juego.
El edificio que alberga el museo fue rehabilitado para alojar cuatro salas utilizadas para exposiciones permanente y temporales, además de esto también cuenta con terraza que sirve de patio de juegos en donde las mujeres hacen una demostración jugando birllas de campo, una biblioteca para que los visitantes se pueden documentar acerca de la importancia de estos tradicionales juegos para la sociedad de antaño y un taller para la construcción de juguetes.
Las salas de exposiciones permanentes del Museo de Juegos, comprende cuatro espacios que resumen muy bien el tipo de juego que se practicaba según la edad y el sexo, por ejemplo; los juegos que practicaban los más pequeños eran enfocados a desarrollar su habilidad y su fuerza física, pues ante la carencia de juguetes ellos debían recurrir a su recursividad para realizar los propios, de esta forma empezaban a explotar sus fortalezas masculinas. Los juegos para las niñas abordaban la habilidad manual, para esto ellas se valían de palillos, alfileres, hilos, cromos, diábolos. También jugaban a la rayuela y cantaban.
El Museo de Juegos también invita a conocer las actividades de ocio que realizaba la mujer, ellas por estar destinadas a las labores del hogar tenía poco tiempo para esto y sólo recurrían a los bolos o birllas, y algunos otros juegos que solo se practican durante las fiestas de Santa Águeda. Por último se pasa a la sección masculina, hay que mencionar que esta es la más amplia del Museo de Campo la cual ocupa dos salas, allí se puede apreciar bastante material fotográfico de escenas en las que ellos están practicando los juegos. Los hombres tenían sus propios juegos para cada momento, por ejemplo; existían juegos exclusivos para los días de fiesta, mediante ellos los hombres mostraban públicamente sus cualidades físicas como la agilidad o la fuerza. Para demostrarlo realizaban lanzamientos, carreras y luchas, entre otros.
Texto; DescubreHuesca.com Fotografías; DescubreHuesca.com
