Los Mallos de Agüero
Si pasas por la localidad de Agüero, que está situada en la comarca de la Hoya de Huesca, puedes notar que cuenta con su sello personal. Se trata de unas formaciones rocosas que son una derivación de la sierra de Santo Domingo, son conocidas como los Mallos de Agüero, se encuentran dispuestos de forma vertical de espaldas del pueblo y son los encargados de enmarcar la hermosa panorámica de la población de Agüero.
Estos conglomerados en forma de aguja, son el producto de la sedimentación de partículas, que se quedaron luego de los aluviones durante el Eoceno y el Mioceno, aunque inicialmente no se debieron ver así, estos fueron hermosamente esculpidos por el viento.
Los Mallos de Agüero se encuentran muy próximos a los Mallos de Riglos. A pesar de que presentan las mismas características, el turismo a los Mallos de Agüero es un poco más reducido en comparación con el de sus vecinos. De todos modos hay que verle el lado bueno porque las personas que van a visitar Agüero saben que van a poder disfrutar de una caminata o una escalada más tranquila en sus mallos.
Quienes quieren ir a disfrutar de los Mallos de Agüero se deben dirigir desde Huesca con dirección a la población de Ayerbe y una vez pasado Ayerbe y en dirección a Murillo de Gállego se deberán desviar a la izquierda para llegar a Agüero. Para continuar el camino hacia los mallos se debe tomar un desvío a la derecha, que hay antes de entrar al casco urbano de Agüero, después de pasar por el cementerio se van a encontrar con unos paneles que contienen información de la ruta en donde les indica a los viajeros que deben seguir en ascenso por una de las caras de los mallos, por allí deberán darle la vuelta a los mallos recorriendo su cara norte y sur hasta lograr ascender al collado de Peña Sola. Desde allí se puede obtener una vista impresionante de la localidad de Agüero.
Agüero y sus Mallos. Foto gracias a Monzonero
Este recorrido es muy tranquilo, las personas que eligen este destino lo hacen porque buscan un lugar muy hermoso y pacífico para practicar el senderismo y la escalada.
Cuando se transita en medio de estas fascinantes paredes verticales se pueden observar unas cuevas talladas sobre la peña, que según se cuenta en la tradición, fueron habitadas por ermitaños. En medio del paisaje de los mallos los turistas también pueden aprovechar para avistar una que otra ave rapaz.
Texto; DescubreHuesca.com
Fotografías; DescubreHuesca.com y colaboraciones detalladas a cada pié de foto.