El Santuario de Torreciudad
Ubicado en Huesca, cerca de la ciudad de Barbastro, el Santuario de Torreciudad fue construido como devoción a la Virgen de Torreciudad, y su privilegiada ubicación, en un alto punto de la montaña lo hace dueño de un impactante entorno natural que incrementa su belleza y majestuosidad. Pertenece a la Ribagorza aragonesa, hallándose muy cerca del Somontano y el Sobrarde.
Este moderno santuario fue construido muy cerca de la antigua ermita, donde se inició la devoción por la Virgen de Torreciudad, que realiza la ruta mariana y albergó la imagen original de la Virgen hasta que fue trasladado hasta el nuevo santuario. Hoy en día esta antigua ermita sigue siendo un lugar de reunión y perenigración de miles de habitantes y visitantes, ubicándose como uno de los lugares más visitados en el Pirineo. Todas las actividades realizadas tanto en la antigua ermita como en el nuevo santuario, tienen como fin la devoción y veneración de la virgen.
La historia de la construcción del nuevo santuario inicia en el año 1956, cuando San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, tuvo la intención de reavivar la devoción y el culto a la Virgen de Torreciudad. Las demás personas del pueblo lo secundaron y empezaron a gestionar todo lo necesario para lograr levantar el santuario. Se terminó de construir en 1975.
La idea de la renovación del culto surge a través de una experiencia vivida por el fundador del Opus Dei cuando aún era un pequeño. Fue diagnosticado con una terrible enfermedad sin esperanzas de sobrevivir. Sin embargo su madre rezó incansablemente a la Virgen de Torreciudad durante varios días, y al llevarlo nuevamente al médico, se encontraba milagrosamente curado.
El santuario está constituido por dos plantas, la nave principal (planta superior) que incluye un coro alto, y una cripta donde se encuentran los cuarenta confesionarios y las cuatro capillas llenas de bellos mosaicos, dedicadas cada una a una virgen diferente: Nuestra Señora de Loreto, Virgen del Pilar, Nuestra Señora de Guadalupe y la Sagrada Familia. La explanada enmarca el santuario y le permite recibir miles de visitantes.
Los arcos de piedra, las azules aguas del pantano de El Grado, las nevadas cumbres que se ven en el horizonte y los humildes ladrillos, le confieren al santuario un cálido y familiar ambiente, que insta a sus visitantes a dejarse llevar por el silencio y profundizar en su interior… La santa misa se celebra en la explanada cuando el número de peregrinos supera la capacidad del santuario.
El Santuario de Torreciudad es uno de los lugares más emblemáticos del Pirineo y del Opus Dei. Muchos rumores e historias se han levantado alrededor de los grandes muros de este santuario. Se dice mucho de lo que supuestamente se esconde entre sus paredes y debajo de ellas: un búnker, pasadizos subterráneos, largos túneles, un Cristo de oro. La pregunta que muchos se hacen es si de verdad son solos rumores, o se esconde cierta veracidad en todo lo que se dice.