La Carcel de Broto
En Broto vas a encontrar dos edificaciones que guardan relación a nivel histórico, estas son la torre de la cárcel y la casa del valle o junta del valle, en la segunda se impartía la justicia durante los pleitos, mientras que a la torre eran llevadas presas aquella persona que no cumplían con la ley.
El uso que se le dio a la torre como cárcel hace referencia al siglo XVI. Las paredes de este recinto están ennegrecidas por el hollín producto de las hogueras que hacían los reos para calentarse, sobre este mismo hollín, ellos también realizaban grabados con alguna objeto punzante, dentro de estos grabados se puede apreciar figuras y nombres propios. Uno de ellos data de 1558, perteneciendo en su mayoría al siglo XVIII. La cárcel de Broto es un lugar con mucha historia.
La cárcel y sus fascinantes grabados
Esta maciza torre de piedra, en un principio fue destinada a la defensa del puente medieval sobre el río Ara y de paso también se cobraba allí los derechos de pasar por él, luego fue transformada en cárcel en el siglo XVI.
Su base es de planta rectangular, se dispone en tres plantas, de fuertes muros con bóvedas, saeteras y ventanales en la parte superior.Para acceder a ella se hace a través de la casa del valle, que va a dar a la planta intermedia, para acceder a la planta superior, se hace por unas estrechas escaleras, aun lado de ellas se puede encontrar dos orificios que eran utilizados como cepos para atar a los presos y torturarlos.
En la planta inferior se encuentran los calabozos, sitios húmedos y lúgubres, aquí permanecían los presos condenados por delitos graves, eran inmovilizados con cadenas atándolos de pies y manos a los muros.
Las paredes de este recinto, que se encuentra en la planta intermedia se fueron volviendo negras, producto del hollín de las fogatas que se hacían para iluminar el lugar, además de ayudar a calentar aquel húmedo y frío sitio, estas paredes sirvieron de muros para hacer todo tipo de grabados por parte de los presos, los cuales eran llevados allí por querellas que tenían que ver con ganados, pasto o contrabando aunque algunos otros por homicidios. hay un nombre en específico al que se atribuye la mayoría de estos grabados, se trata de Miguel Guillén, parece ser que su estancia fue bastante prolongada o tal vez ingresó en repetidas ocasiones a la cárcel, otros nombres que también se pueden leer, son, el de Domingo Lacoma, Miguel Viñuales, José Pardina y Gorge.
Estos dibujos se pueden encontrar por todas las salas de este recinto hasta llegar a los dos metros de altura, en realidad no hay espacio donde no se encuentre uno de ellos. Dentro de los grabados, se pueden apreciar rostros, torsos o figuras, que a simple vista son de santos. Esto demuestra el espíritu religioso, y el conocimiento de la vida de los santos por parte de quien los escribió.
Aunque estos grabados sean muy comunes en las cárceles, la de Broto sobresale por ser muy numerosos, no hay espacio libre sin que esté adornado por inscripciones religiosas y figuras geométricas que dejan ver el espíritu artístico y religioso con con algo de paganismo.
Te invitamos a que la visites, y lo puedes hacer en verano, en esta época del año abre todos los días desde las 17:30 hasta las 21:00 y para visitarla en otra temporada hay que solicitar permiso en el ayuntamiento de broto.
Texto; DescubreHuesca.com Fotografías; DescubreHuesca.com